viernes, 24 de octubre de 2008

Viejas heridas yacen abierdas como tumbas profanadas sin piedad. Por ellas emergen leves hilos de sangre, antes roja, ahora color futuro incierto.
Todo ha quedado descubierto y sabe Jah cuánto tendré que pagar para que, como tantas otra veces, pueda volver a visitar aquel recóndito lugar de mis recuerdos, sin verme obligada a huir por la angustia provocada cada vez que ese halo que deja su presencia inunda un tal corazón hundido.




Mundo bicolor

1 comentario:

Silvia y las tortugas. dijo...

engancharse a las cosas mola...xDD
molamos joder, molamos...=)