lunes, 28 de septiembre de 2009

He aquí mi comentario diario sobre la existencia, aprovechando que el pelo aún está mojado y sigo yendo en toalla a estas horas tardías.

7.55 am, suena el despertador. Asquerosa melodía de tambores durante cinco segundos. Despierto, cojo móvil, no hay mensajes, apago despertador, a dormir.

8 am, padre despertador. Hacerse la dormida. Un pie busca la chancla. Otro pie. (derecho siempre antes que izquierdo, sin duda). Al baño. Espejo, mierda, acné, a ver cómo consigo peinarme hoy; debía haberme secado el pelo ayer. Habitación, al armario. Buscar rebuscar, me propongo pornerme algo diferente. Buscar rebuscar, no hay nada diferente, mañana me preparo la ropa por la noche.

8.15 am, camiseta normal, pantalones normales, zapatillas chillonas; este invierno tiro las Nikes. Cocina, café con leche en el microondas, muy poco azúcar.Me paso de calentar, pues a la nevera; no desayuno. Almuerzo, pereza de hacerme bocadillo; pues zumo de naranja y aguanto toda la mañana.
8.21 am, mierda llego tarde; menos mal que ayer me hice la mochila. Baño, lavar cara, peinarse, sangrar por las encías. Rápido mujer, que no llegas.

8.25 am, a elegir jersey. ¿Hará frío? por si acaso. Setas siempre. ¿Dónde estará el gris del Hm? Lavándose, siempre lavándose. Pues queda mal, bah da igual.

8.27 am, coger Ipod, enchufar cascos. ¿Y el móvil? Entre las sábanas. Busca rebusca. Bien. Salir de casa, coger llaves. No me he despedido, no importa, no llego.

8.30 am, carrera hasta clase, suena el timbrazo por las escaleras. Qué calor, qué sed. Beberse el zumo de almuerzo. Pues nada, a pasar hambre hasta las 14.34.


Y esto solo la primera media hora del día. No sé por qué me canso.

1 comentario:

aidanone* dijo...

me alegro de que hayas vuelto

arriba ese ánimo!